Desde los improvisados bombarderos de la Primera Guerra Mundial, o los bombarderos atómicos de la Segunda, pasando por los aparatos diseñados durante la Guerra Fría, estos aviones han sido una potente arma a disposición de los mandos militares. Los lentos aparatos con poca autonomía que cargaban bombas ligeras fueron evolucionando a lo largo de los años hasta llegar a convertirse en aviones tan potentes como los B-52, capaces de volar por todo el mundo con una importante carga armamentística (bombas inteligentes y misiles crucero) sin necesidad de repostar, o los bombarderos de última generación, los llamados aviones ³invisibles², que puden burlar los sistemas de defensa más modernos y actualizados.