Los castores tienen unos incisivos muy fuertes de color rojo anaranjado. Los castores son roedores que están adaptados de forma excelente a la vida en el agua gracias a sus cuerpos fusiformes, sus membranas natatorias y sus colas aplanadas. Estos animales pueden medir más de un metro de longitud y pesar más de 30 kilos. Además, su pelaje especialmente espeso les protege de la humedad y del frío. Los castores talan árboles y construyen diques con ellos, influyendo así de forma decisiva en su entorno natural. La entrada a la madriguera de un castor siempre está bajo el agua, de modo que estos animales están perfectamente a salvo de sus enemigos, con la excepción del hombre, que prácticamente los han exterminado en Europa. Gracias a la reintroducción de los castores en la naturaleza, las poblaciones se están recuperando lentamente.