El ariete incluso puede derribar las murallas de los castillos con su enorme cuerno. En situaciones en las que otros dragones usan el fuego o las pezuñas, el Ariete usa su astado. Y allí donde golpea no queda una nada entero. Casi sin esfuerzo puede partir de un golpe y sin dificultad las paredes de un castillo y por descontado las corazas más gordas. Casi no utiliza el fuego. Su vista es más aguda que las de los otros dragones. Además sabe camuflarse muy hábilmente. ¡Advertencia! Las piezas pequeñas pueden ser ingeridas. Peligro de asfixia. No conveniente para menores de tres años.