El "Land Rover" es un hito en la historia de los vehículos todoterreno. Nació en el período inmediato de posguerra, con los primeros prototipos fabricados en 1947, para satisfacer tanto las tareas civiles como las militares. Inspirado, aunque no directamente, en el Jeep americano, presentaba tracción en las cuatro ruedas 4x4 y una estructura robusta y confiable capaz de abordar las rutas más difíciles y exigentes.
Este modelo pertenece a la serie II de Land Rover. El 109 indica la distancia entre ejes, 2.800 mm, normalmente conocida como 'LWB (Long Wheel Base). Introdujo una opción de doce plazas al diseño estándar de diez, sobre todo para aprovechar las leyes fiscales del Reino Unido, por las cuales un vehículo con 12 asientos o más se clasificaba como "autobús" y estaba exento de ciertos impuestos.
La carrocería de aluminio lo hizo más liviano pero, al mismo tiempo, más resistente a la corrosión y duradero. En 1971, cuando se introdujo la Serie III, ya se habían producido y vendido más de un millón de vehículos para usos civiles y militares.