Es probable que su enorme volante óseo sirviera principalmente como adorno con el que impresionar a sus congéneres. El Pentaceratops era el mayor representante de los ceratópsidos debido a que presentaba una longitud de 7,5 metros y una altura de 2,5 metros. Al contrario que el conocido Triceratops, el inmenso cráneo del Pentaceratops estaba equipado con cinco cuernos. Todos los ceratópsidos poseían, asimismo, un imponente volante óseo que seguramente apenas utilizaban para defenderse. Se cree que el Pentaceratops poseía el mayor cráneo conocido en un animal terrestre. ¡Un auténtico cabezón!