Este dinosaurio debe su nombre tan difícil de pronunciar a la deidad centroamericana Quetzalcoatl. El Quetzalcoatlus, cuyo nombre se debe a una deidad azteca, es la criatura voladora más grande jamás encontrada. Con una envergadura impresionante de casi trece metros, este reptil tenía además un cuello y una cabeza de considerable longitud, y patas de casi tres metros. Cubierto con un ligero pelaje, este reptil tenía la constitución física de un pájaro, con huesos huecos y fuertes alas, y era capaz de caminar sobre el agua para buscar comida. A pesar de su tamaño, el Quetzalcoatlus probablemente pesaba tan solo unos 100 kg. ¡Advertencia! Las piezas pequeñas pueden ser ingeridas. Peligro de asfixia. No conveniente para menores de tres años.