El unicornio es de majestuosa belleza. Al amanecer, cuando pasta la hierba en la pradera al frente de la casa de árbol de Yasira, el rocío de la mañana brilla sobre su pelaje como miles de diamantes. Pocos elfos tienen la suerte de ver a esta maravillosa criatura. Y aun menos, tienen un unicornio como amigo. Solamente princesas y hechiceras pueden cabalgarlos.