El caballo de Pipi Calzaslargas era un Knabstrupper. Los puntos y las manchas del pelaje del Knabstrupper son igual de únicos que su carácter. Este caballo es muy enérgico, altamente inteligente y ambicioso, pero al mismo tiempo sereno y bondadoso. Por ello esta raza es ideal para la equitación terapéutica. No obstante, el Knabstrupper también puede ser muy terco y obstinado. Aquel que no lo trate con decisión, estará expuesto a su voluntad. En cambio, también es muy fiel y nunca se separaría del lado de su dueño.