En una tormenta de nieve, se enrolla sobre sí mismo y protege su cara con su cola. En invierno el zorro del ártico posee un pelaje blanco mientras que en verano, el color cambia a gris o marrón. Esto le proporciona camuflaje así como protección frente al frio, siendo ideal para su entorno. Las plantas de sus patas son tan peludas como el resto de su cuerpo. Esto quiere decir que puede soportar las heladoras temperaturas de sus largos viajes. Los zorros del ártico viven un máximo de 10 años.