Cajas de Música
Uno de los elementos más amplio y diverso en el mundo del coleccionismo es indudablemente el de las cajas de música, por su antigüedad y por los múltiples diseños y formas en las que se han realizado en toda su historia. Las cajas de música son instrumentos musicales mecánicos que evolucionaron a partir de los carrillones de música. Los modelos más simples consistían en un cilindro giratorio o disco provisto de pequeñas muescas en relieve que al topar con las láminas de un teclado metálico o un cepillo con púas de alambre afinadas reproducían breves melodías.
Los primeros mecanismos musicales simples fueron fabricados en el siglo XVI por relojeros suizos como ingeniosos mecanismos que producían las notas de las melodías, coincidiendo con el señalamiento de las horas. La evolución de estas cajas musicales ha permitido distintos mecanismos de funcionamiento convirtiéndose el del cilindro con púas el más popular y extendido.
Todo ello ha permitido distintas variantes que con distintos mecanismos reproducían melodías más complejas en las que incluso existen modelos con percusión campanas y otros acompañamientos, al margen de mecanismos con múltiples cilindros que permiten la reproducción de melodías con más armonías e incluso la simulación de otro tipo de instrumentos.
La base clásica que era una caja generalmente un joyero, que hacía sonar su melodía al abrir la tapa, ha ido progresando en el tiempo en mecanismos más complejos con figuras móviles, elementos giratorios y elementos móviles dignos de la robótica mecánica, con la aplicación de engranajes y dispositivos, que hacen posible no sólo la reproducción musical sino toda la dinámica más compleja del movimiento, reproduciendo elementos dignos de la más fina ingeniería mecánica, todo ello con materiales exteriores, que van desde la más fina porcelana, a maderas nobles, esmaltados, cristal, metales y piedras preciosas, a los más modernos como el plástico, las resinas y otros elementos varios.